Noventa cumpleaños de "Cata"

“Ved que dulzura, qué delicia, permanecer los hermanos unidos!  Sal 133, 1.

Hace noventa años que viste la luz en Fuentes de Nava (Palencia) Pasados unos días,  por el Bautismo te convertiste en esa piedra viva del edificio de la iglesia, edificada sobre Cristo, la piedra angular.

Te pusieron por nombre Catalina, en memoria de Santa Catalina de Suecia. Fuiste creciendo por dentro y por fuera, como persona y como creyente, siempre acompañada de la fe de tus padres. Llegó la adolescencia y la juventud. Vino el enamoramiento y la boda, y  fruto de este amor, nacieron los hijos, tres, que son tus tesoros más queridos y tu corona.  

Pero la cruz madrugó para cruzarse en el camino con la muerte de tu esposo, cuando sólo tenías 40 años. Sacar adelante a los tres hijos, educarles, animarles en los estudios….. Afrontar la nueva situación con sus retos, te fue madurando.

Cada mañana, el Señor pasaba junto a ti y te decía: “crece, porque te necesitamos”.  

En medio de tus labores, de tus trabajos, en la panadería encontraste tiempo para adorar a la Eucaristía en el turno 10, de animar con tu voz el coro de 10, 30, donde hiciste grandes amigos que hoy te acompañan.

Con tu buen humor, tus ocurrencias, tus canciones, ponías aliento en nuestros corazones y salero en las conversaciones.

Con el “paso” y el “peso” de los años, llegó la hora de buscar una residencia que se adaptara a tu talante y te dejara independencia: las Angélicas.

Nunca has perdido el amor a la parroquia de San Juan Evangelista: el rezo del rosario los domingos, acompañando al coro cuando podías.

Gracias de corazón, Cata, en nombre de toda la parroquia. Que el Señor, que es el mejor pagador, te llene de sus bendiciones.