Testimonios de la JMJ: Isabel Atencia Peña

Hola a todos, me llamo Isabel y os voy a contar mi gran experiencia de la Jornada Mundial de la Juventud 2016 en Cracovia; ciudad natal de Juan Pablo II (Karol Wojtyla), fundador de la JMJ.

Partimos desde Burgos el día 17 de Julio, en autobús, rumbo a París. Todo el viaje fue en autobús. Al día siguiente, cuando llegamos a París, lo primero fue ir a misa a la catedral de Notre-Dame y darle gracias a Dios por la maravillosa aventura que nos esperaba. Durante el día estuvimos visitando la ciudad y conversábamos con gente que también se dirigían a la JMJ. Por la noche marchamos a Berlín ¡Cada vez estábamos más cerca del encuentro con el Papa!

En Berlín nos alojamos en un albergue precioso llamado Saint Michaels Heim,  donde había también muchas personas que iban a Cracovia. Allí estuvimos un par de semanas, las cuales, hicimos planes turísticos y, por supuesto, íbamos a una Iglesia católica cerca del albergue que nos ofrecieron generosamente (porque allí la mayoría eran protestantes) para orar y dar gracias a Dios. Lo que más me conmovió fue cuando fuimos al campo de concentración de Sachsenhausen: es horrible cuanta maldad y odio tenían aquellas personas; es alucinante las maravillas que puede realizar el ser humano, y espeluznante la de cosas terroríficas que también pueden hacer.

El viernes 29, llegó el gran día en el que nos dirigíamos, llenos de emoción, al encuentro con el Papa: la Jornada Mundial de la Juventud. Llegamos a Cracovia por la noche y dormimos en un campamento. Al día siguiente nos levantamos muy temprano para poder asistir a la misa que daba el Papa en el santuario de Juan Pablo II. Al final de la eucaristía, conseguimos coger un tranvía hasta donde dejaban pasar los vehículos. A partir de ahí tenías que hacer el trayecto a pie. A lo largo del camino ibas hablando con  unos y con otros de donde éramos, etc. Cuando llegamos a nuestro cuadrante (A9) del Campus Misericordiae estábamos agotadas pero alegres de haber llegado y de lo poco que quedaba para la vigilia con el Santo Padre. La vigilia fue preciosa, lo que más me gustó fue la adoración al Santísimo, todo el mundo en silencio en oración con Dios, jóvenes de todas las nacionalidades unidos en la misma fe. Al día siguiente, fue la eucaristía de clausura, que fue preciosa, y nos anunciaron la siguiente JMJ… en 2019… ¡PANAMÁ!

El mismo domingo por la noche nos fuimos a Estrasburgo que llegamos al día siguiente. Después de dejar nuestras maletas en el hotel, fuimos a misa y dimos gracias a Dios por esta gran experiencia y a todas las personas que nos han acogido. Seguido, visitamos la ciudad que fue una maravilla y descansamos en el hotel. A la mañana siguiente tuvimos un rato de adoración al Santísimo y nos pusimos en marcha dirección España.

Ha sido una vivencia inolvidable. Gracias a todos los que habéis hecho posible esta gran aventura, incluyendo a todas las personas de fuera.

Isabel Atencia Peña